lunes, 21 de noviembre de 2011

El coco diario y el supercoco

De las aventuras con Ricardo y Yone, ya ellos cuentan bastante en su blog. 

Noten la cara de sorpresa ante la patilla de 10 kilos(bronto-patilla), la fascinación con el cuerpo de María José, la alegría del paseo por el barrio antiguo de Recife donde los domingos ensayan los maracatús y el ambiente fiestero del Hotel de Hilton, donde nos cobraron bien barato y además nos dieron fiesta y todo.

Ricardo y Yone además aportaron varios tópicos brasileros que no son fáciles de olvidar. Como el de la importancia de tomar un coco diario, una nuez de Pará (para los de otros países, nuez de Brasil), y un vaso de supervitamina (una mezcla de guaraná, acaí, linaza y otros varios componentes que garantizan vitalidad todo el día). O como el orgullo pernambucano, famoso en todo Brasil, que hace creer a los turistas que aquí queda el centro comercial (shopping) más grande de Brasil, o la mayor variedad de frutas del mundo, o el carnaval más auténtico, etc. Me sentí identificado pues todo eso también lo tenemos en Chiscas, con todo y ser un pequeño pueblito del norte de Boyacá, donde ni siquiera nací, pero donde visité a mis abuelos cuando niño.

Como la idea era participar también de un poco del ambiente de organizaciones juveniles de la ciudad, a los pocos días de estar en Recife ya fuimos a Diaconía, para ver en qué podíamos contribuir con los grupos de jóvenes con los que ellos trabajan. Ya por correo electrónico, Joselito y Marcelle nos habían comentado algunas de las posibilidades de cosas para hacer. Ya sentados, en la sede de Diaconía, Joselito propuso que la actividad fuera una roda de dialogo con dos grupos de jóvenes que en su proceso han desarrollado compromisos fuertes ya en el nivel de influir en las políticas de juventud que se construyen en la ciudad. Es decir, un encuentro muy charladito sobre cómo es Colombia y las problemáticas parecidas a las de aquí, especialmente sobre los jóvenes.

El primero de estos grupos fue Kebra Cabeça, del barrio llamado Morro da Conceição, que está en una montaña presidida por una iglesia donde está la tradicional virgen Nossa Senhora da Conceição, sitio de peregrinación popular hace muchos años y aún hoy, aunque con un poquito menos fuerza que antes. Vinieron Ewerton, Simone, Leozinho, Mailson, Leozinho, Mailson, Isabelle e Leonardo. Ewerton e Isabelle nos recogieron en el paradero final del bus que va para allá, cerca de la iglesia y de una cancha de micro donde a esa hora el ambiente estaba superanimado. Parecía cualquier barrio popular de Bogotá. Luego nos mostraron la sede donde están funcionando gracias a un acuerdo con la Secretaría de Educación de la ciudad, en el cual ellos manejan una parte de la Escuela de Adultos que funciona los fines de semana en un colegio al lado de la iglesia. Como siempre, no pudo estar todo el grupo, varios llegaron tarde, unos sólo pudieron estar un rato. Ewerton estaba preocupado porque quería que hubiera más gente y le daba embarrada con nosotros... Pero los poquitos que estuvimos charlamos como pudimos. Realmente es tan parecido a cualqueir grupo juvenil de cualquiera de nuestros barrios! Ewerton e Isabelle hablaban todo el tiempo y querían preguntar más, pero nosotros queríamos que hablaran todos, así que intentamos con una dinámica de presentación haciendo cada una estatua de lo primero que se le vinera a la cabeza sobre Colombia. Aunque la timidez persistió, hubo espontaneidad y fue chistoso, así que vimos diferentes situaciones, desde el joven que acaba de entrar por curiosidad, hasta el que lleva muchos años en procesos juveniles y está preocupado porque le queda poco tiempo para atender sus necesidades propias. Hubo mucha curiosidad por saber del mundo de la calle y del mundo de los jóvenes en Colombia, pero el tiempo era muy corto y nuestro idioma muy limitado. Por ejemplo, hablamos de cómo se dice por aquí una "olla", un "jíbaro", pero lo olvidamos... El final de la visita fue un recorrido por el barrio, donde alcanzamos a ver la sede de una organización que trabaja con perspectiva de género hace más de 15 años en el barrio, una sede de un grupo que participa en el carnaval y el ambiente de la cancha de micro, que seguian jugando a las 10 de la noche, Uno de los organizadores del campeonato es de Kebra Cabeça, pero por estar ahí no pudo estar en nuestra reunión. Como ya estaba cerca de salir el último bus (y teníamos que coger dos para llegar a Olinda), nos acompañaron al paradero, cambiamos e.mails y nos despedimos, muy contentos todos de haber hecho este contacto.

Como estos días tuvimos las pilas de la cámara descargadas solo podemos mostrar el material que nos dieron sobre ellos.







Un par de días después, tuvimos en otro barrio de la ciudad, más bien clase media (Espinheiros), el encuentro con el grupo Centro de Comunicação e Juventude, que es un grupo de jóvenes más metidos en cosas de diseño alternativo. Pero si hubo dificultad para reunir a los de Kebra Cabeça dos días antes, este grupo quedó reducido a sólo dos personas prácticamente: Raquel y Cleyton. Raquel es la educadora encargada de enseñar diseño a adolescentes y jóvenes. Aunque ya es quizás un poco mayor que nosotros, tiene el carácter juvenil de la gente inquieta. Cleyton es un joven que paso por una época en que hizo rap y graffitti, y aunque ahora ya no está directamente metido en ello, continúa relacionado por el cuento del diseño y la relación con muchos jóvenes artistas con los que la CCJ está en contacto. La actividad aquí fue charlar informalmente con Cleyton, mostrarle lo que pudimos de cultura colombiana aprovechando youtube, pues él estaba trabajando con el computador (mientras mirabamos "De dónde vengo yo", de Chocquibtown, entró un amigo de él que decía asombrado -Son más negros que nosotros), luego Raquel nos mostró lo que estaba haciendo de formación en diseño con un par de adolescentes que estaban en ese momento allí. Pasamos un buen rato de la mañana allí y luego nos conectamos a través de facebook para mantener el contacto.



También nos pasaron un material sobre una exposición que un fotógrafo que se formó aquí, en procesos con el CCJ, está haciendo ahora en Holanda, con fotos tomadas de procesos comunitarios de varios barrios de Recife.




Por la tarde, después de visitar a la CCJ, estuvimos de nuevo con nuestros incondicionales Ricardo y Yone.


Recordando el tópico del coco diario de Ricardo, nuestro primer anfitrión, mientras repartíamos los supercocos que trajimos de regalo para los grupos con que nos fuéramos a encontrar, decíamos: Aquí en Brasil tienen mucho coco, pero en Colombia tenemos supercoco, y nos declaramos con la mona embajadores del producto para todo Brasil. La lástima es que ya se nos acabaron. Repartimos en el Morro de Conceiçao, con el grupo Kebra cabeça, en Espinheiro, con el Centro de Comunicación y Juventud, en casa de Hilton y con algunos amigos. Los últimos los regalamos al salir de Recife, a Yone, a quien no sólo le encantó el nuevo dicho del coco y el supercoco, sino que le gustó el dulcecito, que le supo a cocada fina. En general, los supercocos fueron un éxito por aquí.


Esa tarde estuvimos en el barrio Boa Viagem, que es de playa, pero tiene aviso de tiburones, entonces fuimos a un centro cultural y nos tomamos una foto con la familia de Lula cuando era pequeño. El cuento es que eran pobres y se tuvieron que ir a buscar la vida al interior del país, lo cual en su época era toda una aventura incierta. Por allí, si no estoy mal fue donde se nos fueron acabando los supercocos.




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